El pasado 03 de octubre del 2020 en plena pandemia, Abel y Jazmin, continuaron con sus planes de casarse. Vivieron todas las emociones presentes en una boda normal. Aceptaron las restricciones y se dejaron llevar. Para ellos lo más importante era no retrasar ni un segundo más una nueva vida juntos con muchos planes y muchos proyectos.
Si alguno de vosotros piensa que en una boda Covid no triunfa el amor, la alegría y la felicidad esta muy muy equivocado. La esencia de la bodas es darse el "Sí quiero"; sí quiero estar contigo el resto de nuestra vida, sí quiero compartir contigo las alegrías y las penas, la salud y la enfermedad todos los días de nuestra vida ¡sí quiero, sí quiero, sí quiero.... todo contigo!
A partir de ese sentimiento gira todo lo demás. Abel y Jazmin vivieron su boda al máximo, disfrutando de los suyos y viceversa, valorando más si cabe, la presencia de sus seres queridos y compartiendo con ellos ese magnífico "Sí Quiero".
El día empezó en el Hotel Mont Sant. Su situación geográfica en plena naturaleza y la tranquilidad de la que gozaron las monjas del antiguo monasterio cisterciense, convierten a este hotel en un lugar mágico.. El castillo y las murallas aíslan el recinto de manera que el rumor de la civilización queda lejos. Nos encontramos en el campo. Montsant es un lugar para descansar tranquilamente en medio de la naturaleza, para perderse con un libro en la mano por las sendas de sus jardines donde siempre encontraremos un rincón tranquilo, casi secreto, donde sentarnos a leer plácidamente. Y es también un mirador privilegiado para contemplar el horizonte, con la ciudad a nuestros pies. Si Xàtiva fue antaño un paraíso como describían los poetas, Montsant es el único fragmento conservado.
En medio de este increíble entorno disfrutamos con Jazmin y su familia de todos los momentos previos a la ceremonia
El vestido. Dos son los valores que lo definen; majestuosidad y delicadeza. Esrtilazo de la firma Pronovias Jazmin apostó por un modelo que sigue las tendencias de moda en la que vuelven los vólumnes y las mangas abollonadas.
La función de los completos pueden ser dos; destacar más que el traje. por ejemplo, aquellas novias que apuesta por los zapatos y ramos de colores muy vivos a juego con el color de sus labios y de las joyas. O por el contrario, como fue el caso de Jazmin, los complementos son acompañantes de la novia y su vestido para potenciar el conjunto. Jazmin decidió que tanto el maquillaje de la mano de Ana Rubio, como los zapatos, joyería de Seda Ferrer y el ramo siguieran una mima línea cromática en tonos rosas y lilas empolvados.
El tocado. Precioso, realizado por Amanda Ascot. Diseño propio de la realeza. El toque ideal para darle el toque majestuoso a todo el look.
La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia Sant Antoni Abad de Canelas. Construida en el siglo XVII y con decoración churrigueresca en su interior. Los Churriguera fueron una familia de arquitectos barrocos de origen catalán cuya obra se caracterizó porque presentó una recargada decoración. Por extensión, el término se ha utilizado para denominar el barroco español del primer tercio del siglo XVIII.
Ca Pareja (Grupo Alameda) fue el lugar elegido por Abel y Jazmin para la celebración de su boda. Una combinación perfecta del encanto de la naturaleza y de la comodidad y seguridad de un salón completamente integrado en el entorno y equipado para las celebraciones más exigentes.
Tanto si sois amantes de La Luz del día, como si os decantáis por la magia del brillo de la luna su salón completamente acristalado os permitirá disfrutar a vosotros y a vuestros comensales de la magia de una finca ideal. Disponéis de la opción de realizar el banquete al aire libre o en el interior.
La música del evento fue a cargo de Audio Probe.
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